16 de octubre. Un día del año centenario marista que sin duda será recordarlo por las familias de los niños y niñas de nuestro colegio que recibieron la Comunión, por vez primera, y por todos quienes formamos esta comunidad educativa.

Un día en que hemos dado cuenta a la Iglesia, del cumplimiento de nuestra misión evangelizadora, heredada por Marcelino y sus comunidades fundantes.

Un día de fiesta, en que nuestro carisma educativo se ha vuelto a unificar de modo significativo con su espiritualidad, al colocar a Cristo en el centro de nuestras vidas y nuestros afanes formativos.

Un día en que nuestros niños nos han vuelto a gritar lo importante: que Jesús está vivo y nos regala la vida.