Las actividades comenzaron el 2 de enero con la llegada de los voluntarios maristas, alumnos y exalumnos de nuestro colegio. Prepararon todo para la llegada de los niños y con una gran sonrisa los recibieron para comenzar las actividades que se extendieron hasta el domingo 6 de enero, donde tristes en el rostro por separarse entregaron a los niños a sus padres y comenzaron con el corazón henchido sus vacaciones.

Vivimos momentos especiales de trabajo, tocando temas importantes para su formación como persona y grandes momentos de juegos y diversión. Cada uno de los rostros de los más de 85 niños y 90 voluntarios nos permite confirmar como profesores maristas que estas actividades permiten hacer vida el sueño de nuestro Fundador.

Queremos agradecer el apoyo de los padres y apoderados que nos ayudaron con víveres, a los profesores y apoderados que fueron a cocinar la mejor comida del mundo, al centro de padres por su incondicional presencia, a nuestro rector por apoyar este sueño y en especial a la familias Arís García y Ramírez Stange por su regalo para los niños.

Finalmente a los voluntarios, ellos son el corazón de esta actividad, gracias por su trabajo y nos vemos en el invierno.