“Este 6 de junio, también, es el Día elegido para concluir el Año de las Vocaciones Maristas, que iniciamos el 20 de mayo de 2022, la fecha del nacimiento de Marcelino. No es un término, sino, un continuar manteniendo la llama de la Misión que sustenta el decir ¡Que vale la pena ser marista Hoy!” anunciaba el guía de la ceremonia de reconocimiento 2023.

“Dar a conocer a Jesucristo y hacerle amar” es la misión en la ciudad de los molinos. Testimoniar el carisma, junto a la Buena Madre, es el trabajo de todos los integrantes de la comunidad educativa marista.

El pasado 6 de junio del 2023, en presencia de la rectora del Colegio Champagnat de Villa Alemana, María Alejandra Silva Johnson y su Consejo Directivo, de Ernesto Reyes Plaza, delegado de vida y misión, del Hermano Jesús Triguero Juanes, asesor de los colegios maristas del valle, De los Rectores y representantes de los colegios maristas del sector Chile, de los Hermanos Maristas de la comunidad de Quillota, de auxiliares, administrativos y educadores del Colegio se llevó adelante la Ceremonia de Reconocimiento.

La rectora entregó un mensaje de gratitud por ser parte de la misión marista en Villa Alemana.

Este año se realizaron reconocimientos por años de misión educativa en la comunidad marista. En esta oportunidad se conmemoraron los 10,15 y 25 años de servicio. 

10 años de misión:
Juan Peñafiel.
Pamela Cancino.
Sandro Ansaldo.

15 años de misión:
David Letelier.
Ingrid Saavedra.
Jeannette Castro.
Julio Cabrera.
Pedro Aravena.

El Delegado de la Misión y Vida del sector marista de Chile, Ernesto Reyes Plaza entregó su mensaje a los presentes profundizando sobre la vocación marista de ayer, hoy y mañana.

Después del mensaje del Delegado, el coro de apoderados del Colegio entregó un regalo musical. El coro es acompañado por la profesora. Sonia Gálvez.

25 años de misión:
Andrea Villavicencio.
Caroline Wittenberg.
Eugenio Díaz.
Emilio Moltedo.
Mariela Pizarro.
María Alejandra Silva.

La ceremonia de reconocimiento finalizó con la oración, eje fundamental de la misión marista. El encuentro con Dios se alimenta del Evangelio y del amor de la Buena Madre.